martes, 22 de mayo de 2012

INCERTIDUMBRE SOBRE LA CONTINUIDAD DE ABEL GOMEZ



La incertidumbre que se vive entorno a la nueva directiva del Granada también se ha trasladado a los jugadores. Abel Gómez acaba contrato el 30 de junio, pero asegura que le gustaría continuar vistiendo la camiseta del Granada. Desde el club nadie se ha puesto en contacto con él para prorrogar esta relación y el tiempo corre en su contra. El jugador explica que el curso pasado renovó automáticamente por un año al haber alcanzado un número determinado de partidos, pero el 30 de junio esta vinculación se acaba. «Hay incertidumbre dentro de la plantilla porque lo normal es que al acabar la temporada el club hable con cada uno de los jugadores, pero por ahora nadie nos ha dicho nada. Lo único que podemos hacer es esperar».
A sus 30 años, mantiene la ilusión de seguir trabajando en la ciudad en la que ha echado raíces. «Mi intención es quedarme, pero no depende de mí», advierte. Abel señala que ha quedado en hablar con su representante. Aunque mantiene que existe una única prioridad, a su edad sigue teniendo ganas de fútbol y algún equipo ya ha mostrado interés. Por ahora prefiere no hablar del tema mientras no se reúna con el Granada.
Sus compañeros son conscientes de la disyuntiva que se le presenta, por eso ya le han hecho llegar desde el lugar de descanso de cada cual sus muestras de cariño. Ayer se produjo una conversación cruzada a través de Twitter de varios jugadores que esta temporada han jugado en Granada a propósito del asunto. David Cortés apuesta por su continuidad: «No lo dudes... Lo mereces, estuvimos cuando más nos necesitaban», espetó el extremeño. Tampoco para Fran Rico será fácil despedirse de su compañero, si es que finalmente abandona el club. «Seguro que sí Abelino, el año que viene otra vez todos juntos». El más pragmático fue Noé Pamarot, otro de los jugadores que más papeletas tiene para dejar de pertenecer a la entidad nazarí. El francés zanjó el tema de raíz: «Ya empezáis las tonterías. Nos vemos todos en La Manga», espetó.
Aunque nadie quiera aventurar qué pasará en las próximas semanas, Abel mantiene una calma tensa a la espera de una llamada de teléfono que le aclare el panorama. Mientras tanto, el aún jugador rojiblanco piensa más allá de su carrera como futbolista. El centrocampista asiste a clase para obtener el título de entrenador de nivel dos, que le permitiría dirigir a equipos hasta Primera Andaluza. «Hay que pensar en el futuro», asegura.

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